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Izurieta-Brito D, et al.
Rev Neuropsiquiatr. 2022; 85(2): 86-94
3,3815) en la dimensión de estresores, sin embargo,
la diferencia en el número de participantes de ambos
sexos con predominancia de mujeres podría marcar
una tendencia en el grupo de varones. En relación a
esta variable, el estudio realizado por Asenjo-Alarcón,
Linares-Vásquez y Díaz-Dávila (21), estableció una
prevalencia del grupo masculino (77,2%) sobre el
grupo femenino (64,4%) en niveles severos de la
dimensión de estresores como parte de la medición
del nivel de estrés a estudiantes de enfermería durante
la pandemia COVID-19. En contraparte, el estudio
realizado por Barraza Macías (22), explica que, dentro
de las variables estudiadas del estrés en universitarios
durante la pandemia, la diferencia en el sexo inuyó
signicativamente en los resultados de estresores,
síntomas y estrategias de afrontamiento, inclinando la
balanza hacia el femenino.
En sentido general, las diferencias encontradas
en las medias aritméticas entre el grupo de hombres
y mujeres para distintas dimensiones del estrés
académico, muestra un predominio en las mujeres. Lo
que se corresponde con varios estudios realizados a
nivel internacional; por una parte, en una muestra de 167
universitarios de Puerto Rico, en su mayoría mujeres,
donde se identicó la prevalencia en este grupo, de
problemas relacionados con agentes estresores varios
durante la pandemia (23); y en otros estudios, donde
las mujeres universitarias de Colombia puntuaron
con niveles medios y altos con relación al fracaso
de uso de estrategias de afrontamiento ante el estrés
(24,25). En cambio, se contrapone a los resultados de
un estudio similar realizado en adultos mexicanos que
incluía a estudiantes universitarios donde el promedio
de las dimensiones afectadas (X=3,31) con relación al
estrés ocasionado por la pandemia era muy alto en la
población masculina (22).
Los resultados de la medición del trastorno de
ansiedad generalizada del GAD-7, evidencian que
existe un nivel de síntomas severos de ansiedad en el
51,50% de los participantes representado en el sexo
femenino, por sobre el 34,9% del mismo nivel en los
varones. Este hallazgo concuerda con lo expuesto en
un estudio realizado en los Emiratos Árabes Unidos,
donde las mujeres en un 51,7% reportaron niveles
elevados de ansiedad relacionados con la pandemia
Covid-19 (26). Igualmente, se corresponde con los
resultados de un estudio llevado a cabo en 1440
estudiantes universitarios de El Salvador, donde la
sintomatología grave de ansiedad generada por el
COVID-19 es predominante en el sexo femenino (27).
Así mismo, se reportó porcentajes altos de ansiedad
(37,1%) en mujeres durante la pandemia, en una
investigación reciente con estudiantes de medicina de
Estados Unidos (28).
Por otra parte, para ambos sexos el nivel de
afectación “más de la mitad de los días” para los
síntomas de sensación de nervios, ansiedad o
alteración (ffemenino=38,2; fmasculino=37,3); y preocupación
persistente (ffemenino=34,8; fmasculino=27,0), es
prevaleciente por sobre los otros niveles de afectación
menos intensos. Este hallazgo se corresponde con el
71% de síntomas ansiosos y depresivos a causa de
la pandemia, encontrados en salvadoreños entre los
que participaron estudiantes universitarios (29). Del
mismo modo, un estudio realizado en 95 ecuatorianos
con actividades de teletrabajo ante el COVID-19,
demuestra que el 81,05% presentó síntomas moderados
y agudos de ansiedad y depresión relacionados con
ideas recurrentes de preocupación constante entorno a
varios temas (30).
En síntesis, los resultados explican que existen
niveles altos de estrés académico en estudiantes
universitarios, donde el grupo más afectado son las
mujeres. En consecuencia, se presentan síntomas o
reacciones asociadas a estímulos estresores. Además,
los dos sexos mostraron principalmente síntomas de
ansiedad severos; así, se halló correlación positiva
moderada entre estrés académico y ansiedad
generalizada.
El presente estudio se realizó de manera telemática
por medio de plataformas digitales y al ser de
aplicación autónoma puede incidir en el nivel de
percepción del participante ante la falta de guía del
profesional o control de las variables intervinientes
por parte del evaluador, por lo que, algunos resultados
pueden experimentar un sesgo ante estas condiciones.
Entre las principales limitaciones del estudio se
consideran: la ausencia de contacto presencial con
los participantes; la direccionalidad de difusión de los
instrumentos mediante la plataforma digital empleada;
la desigual participación de estudiantes universitarios
varones; el número signicativo de candidatos que
rechazaron el consentimiento de participación y por
tanto fueron excluidos del estudio.
Declaración de Financiamiento y de Conictos de
Intereses: No se declararon conictos de intereses por
parte de los autores.