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Trastorno de conducta alimentaria durante la pandemia del SARS-CoV-2
Rev Neuropsiquiatr. 2022; 85(1): 66-71
debido a la baja de peso. La prevalencia de Bulimia
nerviosa (BN) es de 2-4%, siendo más prevalente en
mujeres, se presenta a edades más avanzadas que la AN,
se caracteriza por episodios recurrentes de atracones
con conductas compensatorias para evitar el aumento
de peso. La pica y el trastorno de rumiación son más
frecuentes en niños con discapacidad intelectual. El
15-35% de lactantes y niños presentan algún tipo de
dicultad pasajera de alimentación (2).
Debido a la pandemia del SARS CoV-2, los
pacientes con trastorno de conducta alimentaria
hicieron una transición rápida de consultas presenciales
a telesalud. Graell et al. (2020), describen en su estudio
retrospectivo realizado en Madrid-España, que el
41,9% de niños y adolescentes presentaron un aumento
de la sintomatología de los trastornos de conducta
alimentaria durante el connamiento, especialmente:
restricción de alimentos, ejercicio excesivo, miedo a
subir de peso y un aumento de síntomas depresivos y
ansiosos. Los pacientes graves presentaron riesgo de
autolesión y suicidio, siendo las principales razones de
ingreso hospitalario (3).
En el Perú, el 19 de mayo del 2021, se han
noticado 1 910 360 casos conrmados de infectados
por COVID-19 y 37253 fallecidos (4). Los eventos
traumáticos tienen un impacto en la salud mental
de las personas. Tanto el miedo al contagio y a la
muerte de miembros de la familia ha creado una gran
incertidumbre durante la pandemia (5)
Impacto de la pandemia del SARS-CoV-2 en los
pacientes con trastorno de la conducta alimentaria
La pandemia del SARS-CoV-2 está afectando
negativamente a personas con trastorno de conducta
alimentaria (TCA), por lo que es un gran desafío
la intervención temprana durante este tiempo de
pandemia.
Branley & Talbot, realizaron un estudio en 129
participantes por redes sociales, con edades de 16-65
años, obteniendo como resultados que el 86,7% de
los participantes experimentaron una exacerbación
de la sintomatología (6). En los adolescentes con
AN, la falta de rutina, falta de contacto social,
temores a la infección por COVID-19 y la duración
de las restricciones, puede tener un impacto negativo
y presentar síntomas de ansiedad y depresión, el
miedo al bajo control personal puede desencadenar
un aumento en las conductas de control de peso.
Igualmente, en otro grupo al pasar más tiempo en casa,
tienen la ausencia de una comparación social y una
mejor supervisión de parte de los padres (7).
Schlegl et al., realizaron un estudio en Alemania,
la muestra nal fue de 159 pacientes que completaron
la encuesta en línea, obteniendo como resultado
que más del 70% de los pacientes informaron que
las preocupaciones por la alimentación, la forma
y el peso, el impulso por la actividad física, miedo
a subir de peso, sentimiento de soledad, tristeza e
inquietud motora, aumentaron durante la pandemia,
siendo un gran desafío en este grupo de pacientes. En
más del 60% aumentaron las salidas para caminar y
entrenamiento en casa (8).
Los pacientes con bulimia parecen ser más
vulnerables al impacto del connamiento, con
exacerbación de sintomatología y recaídas, así como
experimentar discusiones en la familia. Las personas
con antecedentes de abuso infantil y estilos de apego
inseguro tuvieron más probabilidad de presentar
síntomas de Trastorno de estrés post traumático
(PTSD) (9). La situación de la COVID-19 presenta
un conjunto de circunstancias particularmente
desaantes para el adolescente con un trastorno de
conducta alimentaria. La telesalud puede ofrecer
habilidades atractivas para conectarse con los
pacientes y sus familias (10). La “coronaphobia” ha
inuido en la disposición de los pacientes a asistir a
las consultas médicas y ha incrementado los síntomas
de ansiedad por lo que las redes sociales juegan un
papel importante. La tecnología es fundamental para
continuar brindando atención continua a los pacientes
con TCA y sus familiares en el contexto de COVID-19
(11).
Phillipou et al., realizaron un estudio en Australia,
donde evaluaron los cambios en las conductas de
alimentación y ejercicio en relación con la pandemia
de COVID-19. Fueron un total de 8 014 individuos
que realizaron la primera encuesta, 5 469 completaron
la encuesta, 180 de los encuestados informaron que
actualmente tienen o han tenido un trastorno de la
conducta alimentaria (TCA), de los cuales presentaron
anorexia nerviosa (n=88), bulimia nerviosa (n=23) y
trastorno por atracón (n = 6). Más del 50 % de los
encuestados en el grupo de trastornos de conducta
alimentaria (n=180) mostraron de moderada a
extremadamente niveles severos de depresión, ansiedad
y estrés. Las conductas que se evaluaron fueron: la
restricción alimentaria (64,5%), atracones (35,5%),
conducta purgativa (18,9%) aumento de ejercicios
(40,3%). De los 5 289 encuestados, informaron no