Acta Herediana vol. 64, N° 1, enero 2021 - junio 2021
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Este asunto, precisamente, explica la
naturaleza, valor y trascendencia de El
Decamerón, de Giovanni Boccaccio, y cuyo
tema general parte precisamente de la terrible
epidemia de la peste negra, la más atroz de la
era cristiana de entonces, y que al igual que
el coronavirus contemporáneo, se originó en
oriente, de donde pasó a Italia y a las demás
naciones europeas. El foco de la epidemia fue
la ciudad de Florencia.
Desde luego, las épocas son diferentes y muy
distantes; pero ambas epidemias y la actitud
de los gobiernos de las diferentes naciones y
la población generan no solo paralelismos sino
convergencias y coincidencias. Aquí radica,
entonces, uno de los valores primordiales
de la literatura, que no solo puede juzgarse
con criterios estéticos sino por su distancia o
aproximación con la realidad.
De manera particular, el tema de las epidemias
y enfermedades contagiosas que han generado
innumerables víctimas ha sido el referente
y punto de partida que se ha plasmado en
varias obras literarias. La relación es amplia,
pero de manera general podemos señalar estos
ejemplos: “El Decamerón”; “La peste”, de Albert
Camus; “Casas muertas”, del venezolano
Manuel Otero Silva; “El amor en los tiempos
del cólera”, de Gabriel García Márquez; “Los
hermanos Arango”, de José María Arguedas”;
“Calixto Garmendia”, de Ciro Alegría; “La
ciudad de los tísicos”, de Abraham Valdelomar.
En el presente trabajo ofrecemos una semblanza
del autor, la aparición y manifestaciones de
la “peste negra”, punto de partida para el
contenido de “El Decamerón”, la actitud de
la población, la situación y actuación de los
personajes de la mencionada obra y el valor e
importancia de la literatura, especialmente de
la novela aludida.
Boccaccio y su oBra
Giovanni Boccaccio nació el 17 de julio de
1313, en Florencia. Pasó su juventud en
Nápoles y empezó a estudiar Derecho. En
1318 se estableció en su tierra natal, donde
fue testigo de la terrible epidemia de la peste
negra, ocurrida en 1348 y entre cuyas víctimas
estuvieron su padre y su madrastra. Escribió su
trascendental obra entre los años 1349 y 1351.
Murió el 21 de diciembre de 1375 en su casa
de Certaldo que muchos, incluido él mismo,
creían su ciudad natal. Aún se conserva el
texto que él mismo dictó para su entierro: “Fue
su padre Boccaccio; su patria, Certaldo; su ación,
la poesía”.
Más información y explicaciones sobre su vida
y obra nos ofrece el Diccionario de Literatura
Universal (2003: 129 a 130):
En realidad, nació de una relación ilegítima de un
rico mercader y pasó su infancia en Florencia, donde
inició sus estudios de latín. Hacia 1328 su padre le
envió a Nápoles para que estudiase y practicase
comercio en la sucursal bancaria de los Bardi,
familia muy relacionada con la corte de Anjou. No
se adaptó a esa tarea y durante seis años se dedicó a
estudiar derecho canónico, actividad a la que también
renunció para volcarse con fervor a la literatura, sobre
todo en la lectura de los clásicos, de los poetas en
lenguas romances, de la narrativa cortesana y de los
cantares populares. Empezó entonces a componer
versos y prosas y a frecuentar a los eruditos de la
corte napolitana, así como los numerosos actos y
estas de la alta sociedad de la ciudad. Estas intensas
experiencias culturales y sentimentales, así como su
característica y constante inclinación a convertir en
fábula la realidad vivida, encontraron expresión en
sus primeras obras: “La caza de diana”, “El locolo”,
“El lostrato”, “Teseida”, “Ameto”, “Vida nueva de
Dante” (uno de los autores que más admiró), “La
amorosa visión”, “Elegía de madonna Fiammetta”, “El
Corbaccio” y otras más. A pesar de que aún denotan
ciertas exuberancias sentimentales y eruditas retóricas,
estas obras tienden a reejar atentamente la realidad a
través de un análisis directo y sincero, y con una serena
y objetiva comprensión de la urgencia de las pasiones.