Acta Herediana vol. 63, N° 2, julio 2020 - diciembre 2020
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El amor por Cajamarca lo demostraba a
diario. Por ello no era extraño que dedicara
una investigación a su tierra querida; así, en
los ochentas, el doctor Roger Guerra-García
realizó con su discípulo Isaac Crespo Retes
y conmigo un estudio para conocer si en la
población escolar del Colegio San Ramón de
Cajamarca había ocurrido el cambio secular del
crecimiento de la estatura que se utiliza como
un marcador biológico del desarrollo social de
una población. Este artículo fue publicado en
1983 en la revista Archivos de Biología Andina.
Algo digno de resaltar de Roger Guerra-García
era su gran capacidad para enfrentar los grandes
retos; así, en las situaciones más difíciles ya
sea para el país o para la institución, asumió
la dirección del Instituto de Investigaciones de
la Altura (1971), la presidencia de CONCYTEC
(1980), el rectorado de la UPCH (1989), y
la presidencia de la Academia Nacional de
Ciencias (2009).
Es preciso destacar que cuando asumió
la dirección del IIA en 1971, lo hizo en
momentos en que había ocurrido la diáspora
de investigadores al exterior y otros que se
retiraron por edad; más aún, cuando dirigió el
IIA entre 1971 y 1980 hubo crisis de la economía
nacional y mundial. La ayuda extranjera se
había reducido a una mínima expresión; sin
embargo, la actividad y producción cientíca
del IIA bajo su dirección llegó a 253 trabajos,
en particular de los laboratorios de cardiología
y de endocrinología.
En 1980, luego del n del gobierno militar y
con el retorno a un gobierno democrático,
Roger Guerra-García aceptó y asumió el reto
de presidir el recién creado CONCYTEC.
Como presidente de CONCYTEC, entre 1980-
1985, generó los cimientos para un ente rector
importante de la investigación en el país. Entre
otros, creó el Fondo de Apoyo al Investigador
que permitió que jóvenes investigadores
pudieran recibir un suplemento adicional
para su subsistencia. Las políticas en ciencia
y tecnología actuales se han logrado en gran
medida gracias al esfuerzo fundacional que
realizó el CONCYTEC bajo su presidencia
y al excelente consejo directivo que logró
conformar en los años 1980-1985. Hoy día,
dicha entidad del estado lleva 40 años de vida
apoyando la ciencia, tecnología e innovación
tecnológica.
Igualmente, asumió el rectorado de la UPCH
en momentos de crisis económica y social
del país y cuando la universidad, que recibía
apoyo del estado para cumplir con su lema que
“Ningún estudiante dejara de estudiar por motivos
económicos”, por decisión del gobierno dejó de
percibir dicho apoyo. Roger Guerra-García y su
equipo de gestión logró revertir esa situación y
mantuvo incólume ese principio solidario.
Como rector puso especial énfasis al
desarrollo de la biblioteca de la Universidad,
incrementando el acervo bibliográco y
dotándolo de equipos modernos de cómputo,
logrando que sea el Centro Coordinador
Nacional de la Red Peruana de Bibliotecas
de Salud. Previamente, y cuando director del
IIA había logrado para el país tener la mejor
biblioteca con temas de medicina y biología de
altura, donde destacaba el Memorial Hurtado,
con artículos, trabajos inéditos y algunos
equipos de laboratorio del profesor Alberto
Hurtado.
En su rectorado, Rector Guerra-García dio
especial apoyo para que continuaran las
obras de los Laboratorios de Investigación y
Desarrollo (LID) de la Facultad de Ciencias y
Filosofía, consiguiendo apoyo de la empresa
privada en la donación de materiales de
construcción. La construcción del LID se inició
en marzo de 1989, durante el rectorado del
Dr. Alberto Cazorla Tálleri y el decanato del